
Diseñar una vivienda eficiente no solo implica pensar en sostenibilidad, sino también en bienestar, ahorro y durabilidad. En un contexto donde la energía es cada vez más costosa y el cambio climático una preocupación real, optar por soluciones constructivas responsables y con buen aislamiento térmico ya no es una opción, sino una necesidad. Empresas como Grupo Garmat han desarrollado técnicas de construcción sostenible aplicadas en obra nueva y rehabilitación, especialmente orientadas a quienes desean una vivienda eficiente en Asturias, adaptada al clima y a las exigencias actuales.
Importancia de un diseño adaptado al entorno
El primer paso para lograr una vivienda eficiente es comenzar con un diseño inteligente. La orientación del edificio, la forma del volumen construido y la ubicación de los huecos (ventanas, puertas y lucernarios) son elementos clave para aprovechar al máximo la luz natural y reducir la necesidad de calefacción o refrigeración. En climas como el asturiano, con inviernos húmedos y veranos moderados, la estrategia más eficiente pasa por construir con materiales de alta inercia térmica que permitan mantener una temperatura interior constante.
Desde Garmat, se apuesta por sistemas constructivos que se adaptan tanto a viviendas unifamiliares como a edificios plurifamiliares. Esto incluye soluciones específicas para techos, fachadas y suelos, diseñadas para reducir al mínimo las pérdidas energéticas y garantizar un ambiente saludable durante todo el año.
Elección de materiales y aislamiento térmico de calidad
Una vivienda sostenible y eficiente comienza por su envolvente. Los sistemas de aislamiento más eficaces son los que actúan desde el exterior, ya que eliminan los puentes térmicos y protegen la estructura del edificio. En este sentido, el sistema SATE o las fachadas ventiladas son dos de las soluciones más utilizadas por Grupo Garmat en proyectos donde se busca eficiencia y durabilidad.
Gracias a su capacidad para adaptarse a distintos acabados y su excelente comportamiento térmico, estas técnicas permiten reducir de forma significativa el consumo energético, lo cual repercute directamente en la factura mensual de luz o gas. Además, favorecen el confort térmico interior, evitando la sensación de frío cerca de las paredes o el sobrecalentamiento en verano.
Otra ventaja de los materiales usados en este tipo de construcciones es su baja huella ambiental. Los paneles de aislamiento, los revestimientos y las soluciones estructurales empleadas no solo cumplen con las normativas actuales, sino que además permiten acceder a certificaciones energéticas de alta categoría.
Tecnología al servicio del confort y el ahorro energético
Una vivienda eficiente no se limita al aislamiento: también integra tecnologías que optimizan el consumo diario. La incorporación de sistemas de calefacción de bajo consumo, como bombas de calor aerotérmicas, calderas de biomasa o suelo radiante, es una constante en los proyectos de construcción sostenible. Estos elementos, cuando se combinan con buenos cerramientos y orientación solar adecuada, pueden reducir hasta en un 70 % el consumo energético anual.
Además, la instalación de paneles solares térmicos o fotovoltaicos permite a la vivienda generar parte de la energía que necesita, haciendo posible incluso la autosuficiencia energética en determinadas épocas del año. El equipo técnico de Garmat estudia cada caso para ofrecer soluciones a medida, tanto en obra nueva como en reformas integrales.
Este tipo de actuaciones no solo impacta en la economía del hogar. También contribuye a la reducción de emisiones contaminantes, lo que convierte a estas viviendas en una respuesta directa a los retos medioambientales del presente.
Ventajas de construir una vivienda eficiente en Asturias
Asturias, por sus características climáticas, presenta unas condiciones particulares para la eficiencia energética. La elevada humedad ambiental, las lluvias frecuentes y los cambios térmicos hacen imprescindible que la envolvente de la vivienda esté perfectamente sellada, impermeabilizada y bien aislada. En este escenario, Grupo Garmat ha consolidado su experiencia aplicando sistemas que responden a estos desafíos sin comprometer la estética ni la funcionalidad.
Contar con una vivienda eficiente en Asturias supone no solo ganar en confort, sino también aumentar el valor del inmueble a largo plazo. Las viviendas que cuentan con calificación energética A o B son más atractivas para el mercado, tienen menores costes de mantenimiento y están mejor preparadas para recibir ayudas o subvenciones públicas destinadas a la mejora del parque edificatorio.
Además, vivir en un entorno térmicamente estable mejora la salud y el bienestar de quienes la habitan, evitando problemas derivados de la humedad o el moho, habituales en viviendas mal aisladas.
Una inversión que se traduce en ahorro y bienestar
Invertir en una vivienda eficiente es apostar por un modelo de vida más sostenible, más saludable y más rentable. Aunque el coste inicial pueda ser ligeramente superior al de una construcción convencional, los beneficios a medio y largo plazo son claros: menor consumo energético, menor impacto ambiental, mayor durabilidad de los materiales y un confort que se nota desde el primer día.
La combinación de diseño bioclimático, aislamiento de calidad, sistemas de energías renovables y una buena ejecución de obra hacen que el hogar no solo sea un refugio frente al clima, sino también un ejemplo de responsabilidad ecológica. En Garmat, cada proyecto se diseña con esta filosofía, incorporando soluciones probadas y eficientes que cumplen con las exigencias normativas y superan las expectativas de los clientes.